En el libro de la vida y obra de Benjamin Palencia por J. Corredor-Matheos se pueden leer diferentes formas de describir la pintura de Palencia. Intentan describir un color nuevo que pasara a formar parte de las tonalidades del arco iris, como una pintura muy expresiva. Palencia decía que su la línea debía estar llena de luz, alegría y espacios a la vez que suenan. Utilizó en sus pinturas tierra, arena y ceniza, con composiciones de ritmo circular, planteando el movimiento giratorio y con ondulaciones suaves si violencia. Utiliza colores irreales y expresa sus cuadros por matices, y termina asentándose en unos colores que no corresponden al cromatismo natural.
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